viernes, 10 de febrero de 2012

Anectodario parte II: Matemática

El asunto de leer los currículum y resumirlos en tablas me ha hecho pensar seriamente en la estructura. La vida se basa en estructuras y medio organizativos. Media novedad! Dirían algunos, pero la verdades que no concibo el mundo sin ellas. Tómenlo de parte de una persona que se considera esencialmente cuadrada. Sin la "cuadradez" de la vida todo sería un caos. Hay quienes se rebelan contra las estructuras y sienten que son medios opresivos de lo que el hombre en su naturaleza es. Pero no hay que olvidar que el hombre siempre ha vivido bajo reglas, siendo la principal de estas, la de la supervivencia. Siento que no es necesario ahondar mas en este punto pues es fácil de entender.

En cuanto al currículum de matemática, he entendido el por qué de muchas cosas, como por ejemplo, por qué nunca entendí las funciones (son demasiado poco concretas para mí) o por qué me encantaban tanto las ecuaciones de primer grado (porque son lo más simple que hay y odio las cosas complicadas).

Es así como recuerdo perfectamente las horas que pasaba entretenida frente al Baldor haciendo ejercicios de álgebra y geometría (esta última fue siempre mi favorita), o cuando una ex-compañera me enseñó a que los ejercicios debería desarrollarlos con lápiz mina.

Así es como fui concebiendo la vida junto a la matemática, que no era mi asignatura favorita, pero que tenía sus encantos y su objetivo: organizar mi ya tan cuadrada forma de pensar.

martes, 7 de febrero de 2012

Anecdotario parte I: Lenguaje y Comunicación







En una búsqueda interior, no quiero dejar de lado mis sensaciones y experiencias al enfrentarme al mundo real. Suena bastante frightening decirle así, pero es en parte verdad. Nadie te enseña cómo vivir la vida post-Universidad.

En este sentido el lenguaje se me hace una herramienta imperante en la búsqueda, ya que es el lenguaje el que nos mueve. Querer desear expresar algo, nuevo o viejo, es inherente. Es por esto que deseamos comunicarnos a través de este. Claro, muchos de ustedes pueden estar pensando, ¿y recién ahora lo descubre? Es que no. Lo descubrí en primero básico - puede que haya sido antes, pero no lo recuerdo -  cuando teníamos que dibujar y escribir qué es lo que queríamos ser cuando grandes. Claro, mis respuestas fueron nada que ver a lo que hago, pero son dos cosas que sí me hubiera gustado ser: profesora y cantante.

Sobre ser profesora: En verdad encuentro que es una profesión de las más nobles. Soportar y dominar a una gran cantidad de niños/adolescentes (bestias) es una tarea titánica, con una escueta paga. Me saco el sombrero, really. En mi caso, hubiese resultado ser una profesora de las peores. Descubrí dentro de la Universidad que no me gusta mucho enseñar. Me da una soberana lata. ¿Lo haría por necesidad? sí, pero no es mi calling. Lo segundo y lo que fue culminante a la hora de mi descubrimiento es que no tengo paciencia y cero dominio de grupo. Volarían papeles, quemarían los bancos, se pelearían, etc. Yo, en cambio, estaría gritando y chillando como una loca tratando de controlar la situación. Pésima opción, pésima profesora.

Sobre ser cantante: Dedos para el piano no me faltan - de hecho gozo de tener largos dedos. Soy afinadita, pero sin control vocal alguno. Mis máximos estudios en la materia comprenden 5 años en un coro de colegio, gracias. Me lo tomaba en serio, pero nunca tuve una instrucción verdadera. Mención honrosa para mi santa madre que grababa mis actuaciones, aunque todos los registros están temblorosos. Mi "talento" nunca fue pulido y tiene cero potencial; hay gente que canta mil veces mejor que yo y les dejo la pega de ser artista sin pánicos escénicos a ellos. De que canto, canto. La ducha es el escenario, como para mucha otra gente, además de las ocasionales performaces en karaokes en casa, con o sin algunas copas de más, y medir mi afinación en canciones imposibles en karaoke party. Por cierto, canto tan apasionadamente como cuando bailo sola en mi pieza. Y, por supuesto, el cepillo es el micrófono.

Es así como leyendo el currículum de Lenguaje y Comunicación se me vinieron tantas cosas a la mente: los niños necesitan leer más, o eso a mí no me lo pasaron - probablemente que no, debido a que el documento es contemporáneo a los años que estuve en el colegio -, o que la educación chilena ... bla bla bla. ¿Importa realmente lo que piense del currículum?¿Voy a cambiar el mundo? No. Prefiero hacer un anecdotario de las cosas que me acuerdo mientras vaya leyendo los capítulos.

lunes, 6 de febrero de 2012

Zigzagueando

Vivo un zig zag; también se le podría llamar un picoteo. Picoteo un poco por aquí, y me deja sobrevivir por un rato. Luego sale algo nuevo, mientras termino de picotear lo anterior. 
Es como si la vida me sonriera a ratos, o como esos días parcialmente nublados; de repente sale el sol, y luego lo cubre una nube.
Lo que es cierto, ante cualquier circunstancia, es que el sol se las arregla para salir, y sonreírme. He dejado un poco de lado las preocupaciones tontas, de no estresarme tanto - ¿o serán las pastillas? - y vivir la vida un poco más de la forma que me gusta. Claro, he tenido malos ratos a causa de esto, pero quién sabe, a lo mejor es lo mejor que me pudiese estar pasando. Claro, tengo una familia maravillosa que me apoya y no tengo un cauro shico que mantener. 

C'est la vie.
Pareciera que la vida de un recién egresado de Letras con mención en Lingüística y Literaturas Inglesas que no quiere ser profesor es esta: zigzagueando, o picoteando.

Por ahora me estoy empeñando a hacer todo lo mejor que pueda, incluso si significa delegar algunas funciones. Traduzco un poco, leo un poco, miro tv un poco, twitteo un poco, actualizo facebook un poco, me mentalizo un poco, bloggeo MUY poco, tomo fotos poco, etc. 
Nonetheless, debo leer harto y necesito mentalizarme lo más que pueda. Se me ha encomendado la misión de leer el currículum de nuestra querida Educación chilena. Debo estudiarlo para eventualmente poder ejercer mis funciones. Esas (las funciones) no las haré explícitas por ahora. Todo a su tiempo. 
Por ahora, vuelta a zigzaguear.

domingo, 28 de agosto de 2011

miércoles, 25 de mayo de 2011

La Naturaleza Contraataca



 Así como lo leíste, la naturaleza contraataca. Este no es uno de esos post ambientalistas en los cuales digo que el calentamiento global es el causante de todos nuestros males. Más bien quiero referirme a una anécdota del día lunes en Casa Central. El lunes llegué al campus a eso de las tres de la tarde, y como no tenía clases hasta las 3 y media, decidí esperar escuchando música acostada en una banca en el patio de la Virgen. Transcurren los minutos y mientras estaba en el trance musístico, caen unos piñones al suelo. Yo miro impresionada por la altura de las palmeras y que algo cayera de ellas. Pasa un rato más y cae una segunda lluvia de piñones. pero esta vez arriba mío. Alcancé a cubrirme la cabeza, pero sobre mis piernas y abdomen cayó gran parte de esta lluvia, casi enterrándose un piñón en mi abdomen. Me levanto cuando se acabó, con dolor y veo lo grandes que son. 
La verdad es que esta es una anécdota, pero me pregunto yo: ¿qué hice para hacer a las palmeras enojar? Y no es que las hiciera enojar, obviamente, pero es karma, ¿no?
Uno vive tranquilo haciendo sus cosas y de repente nos sorprendemos con cosas tan mínimas o dolorosas, que se podrían prever, pero no lo hacemos. Tal vez muchos piensan igual que yo, mientras que otros no. Tal vez si al estar más despiertos, las circustancias de la vida no nos tomarían con tanta sorpresa, o con tanta extrañeza. Este semestre he aprendido eso en particular, a no extrañarme y a estar más despierta, a re-re-re-pensar las cosas antes de hacerlas y re-pensar lo que me dicen o hacen, aún así, me atacó la naturaleza. Puede sonar mega-analítico, pero es que mi cabeza funciona así, analizando cada detalle de lo esperado y lo inesperado. Creo que me he cansado de las caretas y de las cosas que no son. Prefiero ser honesta, directa, y a veces soy un poco bald, y genuine, que ser alguien que no soy y mostrarme tal cual soy, tal vez así un montón de personas se ahorran una reacción inesperada mía. Me convertiré en una persona predecible, ¿y qué? A nadie le gusta mucho la gente impredecible. Son raros, difíciles y no se sabe qué regalarles.
Así es, la naturaleza contraataca, sólo tienes que saber cómo tomarlo.