He estado leyendo estos últimos días un libro bastante peculiar ("Adiós Mundo Cruel"). Se trata de la vida de artistas, cantantes, personajes históricos, escritores, etc. que han cometido suicidio. Eso es en pocas palabras, porque el libro relata una mini biografía con las circunstancias y posibles razones del por qué se suicidaron. Dentro del libro, está mencionado el autor Horacio Quiroga, quien escribió el Decálogo del Buen Cuentista. En el libro aparece tal Decálogo y aquí lo tienen. Lo traspaso porque lo encuentro bien interesante. En mi vida universitaria he tenido que leer varios autores ingleses y norteamericanos que han escrito teorías de cómo debiera escribir un autor, y debo decir que me llamó la atención leer una de esas teorías de un escritor hispanoparlante, porque nunca me ha tocado leer uno de escritores que hablan español, es por eso que comparto con ustedes el Decálogo del Buen Cuentista, según Horacio Quiroga:
I . Cree en un maestro - Poe, Maupassant, Kipling, Chéjov - como en Dios mismo.
II. Cree que tu arte es una cima inaccesible. No sueñes en domarla. Cuando puedas hacerlo, lo conseguirás tú mismo.
III. Resiste cuanto puedas a la imitación, pero imita si el influjo es demasiado fuerte. Más que ninguna otra cosa, el desarrollo de la personalidad es una larga paciencia
IV. Ten fe ciega no en tu capacidad para el triunfo, sino en el ardor con que lo deseas. Ama a tu arte como a tu novia, dándole todo tu corazón.
V. No empieces a escribir sin saber desde la primera palabra adónde vas. En un cuento bien logrado, las tres primeras líneas tienen casi la importancia de las tres últimas.
VI. Si quieres expresar con exactitud esta circunstancia: "Desde el río soplaba el viento frío", no hay en lengua humana más palabras que las apuntadas para expresarla. Una vez dueño de tus palabras, no te preocupes de observar si son entre sí consonantes o asonantes.
VII. No adjetives sin necesidad. Inútiles serán cuantas colas de color adhieras a un sustantivo débil. Si hallas el que es preciso, él solo tendrá un color incomparable. Pero hay que hallarlo.
VIII. Toma a tus personajes de la mano y llévalos firmemente hasta el final, sin ver otra cosa que el camino que les trazaste. No te distraigas viendo tú lo que ellos no pueden o no les importa ver. No abuses del lector. Un cuento es una novela depurada de ripios. Ten esto por una verdad absoluta, aunque no lo sea.
IX. No escribas bajo el imperio de la emoción. Déjala morir, y evócala luego. Si eres capaz entonces de revivirla tal cual fue, has llegado en arte a la mitad del camino
X. No pienses en tus amigos al escribir, ni en la impresión que hará tu historia. Cuenta como si tu relato no tuviera interés más que para el pequeño ambiente de tus personajes, de los que pudiste haber sido uno. No de otro modo se obtiene la vida del cuento.
Espero que les guste y lo disfruten tanto como yo lo hice al leerlo. Hay millones de cosas tan interesantes como éstas en el libro, espero compartir con ustedes las más notables.
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